LA EVALUACION FORMATIVA Y SU IMPORTANCIA
Desde esta visión, se puede afirmar que los alumnos en el aula y el maestro en su práctica docente ofrecen varias alternativas que pueden favorecer la construcción un modelo de evaluación “congruente”, es decir, entre lo que se debe y lo que se quiere en la educación.
Destacan dos funciones de la evaluación —y que son de las más relevantes en el ámbito educativo— la primera consiste en comprobar en qué medida los resultados previstos se han alcanzado en relación a los objetivos propuestos; la segunda permite replantear la organización de las actividades. Ruiz (1998) menciona que el proceso de la evaluación se debe entender como un: “análisis estructurado y reflexivo, que permite comprender la naturaleza del objeto de estudio y emitir juicios de valor sobre el mismo, proporcionando información para ayudar a mejorar y ajustar la acción”. De hecho, uno de los temas en los que es necesario reflexionar es sobre la estrategia pedagógica del acompañamiento docente y cómo ésta puede permitir generar propuestas significativas que contribuyan a conseguir los objetivos planteados. Es preciso considerarla como un posible insumo para solventar los problemas que se manifiestan y diseñar estrategias de intervención. En este sentido, el nuevo enfoque de evaluación debe dejar atrás las definiciones tradicionales de la misma, ya que ahora los resultados no deben tener ningún efecto punitivo, mucho menos sancionador, sino que al contrario, deben considerarse como insumos que permitan rediseñar las estrategias didácticas. En la medida que la evaluación educativa se autorregule, mejorará la calidad de los resultados.
Actualmente, la evaluación es un concentrado de evidencias que permiten obtener información valiosa del desempeño de los alumnos en relación a los objetivos planteados. Asimismo, la evaluación como parte del trabajo docente, muestra una secuencia construida a lo largo de un tiempo determinado, es decir, por bimestre, por semestre, o anual. Sin embargo, es importante resaltar que una calificación y una descripción sin propuesta de mejora son insuficientes e inapropiadas para mejorar el proceso de enseñanza y de aprendizaje (SEP, 2011). El hecho de conocer el progreso del logro de los objetivos planteados, en su primer momento, es beneficioso, ya que la información recabada en relación con los resultados obtenidos permiten reflexionar sobre el proceso que se realizó.
La evaluación en la educación debe generar una transformación en la manera de percibir juzgar la promoción de los alumnos así como la forma de tomar decisiones en relación a sus aprendizajes. En este sentido, los maestros de grupo pueden generar, desde su praxis cotidiana, alternativas inclusivas de evaluación ya que todos aprenden, y no necesariamente se aprende académicamente en la escuela, también se aprenden formas para enfrentar el contexto inmediato. Por último, se debe percibir a la importancia de la evaluación en la educación como un instrumento que permite, objetivamente, ubicar la realidad del alumno y de la escuela, tomar decisiones desde ese enfoque, es resignificar al alumno como centro del proceso de enseñanza y aprendizaje. Felipe Antonio Fernández Canul es maestro frente a grupo en la escuela primaria “Juan Escutia” de la ciudad de Escárcega, Campeche. La evaluación y su importancia en la educaciónFEBRERO 23, 2018 (https://educacion.nexos.com.mx/?p=1016)
FUNCIONES DE LA EVALUACIÓN:
Las funciones que cumple para ambos pueden ser sintetizadas en las siguientes: 5 PFDC - Curso en Docencia Universitaria Módulo 4: Programas de Enseñanza y Evaluación de aprendizajes
1) La evaluación ayuda al docente.
Para conocer el estado inicial de los conocimientos de los alumnos con el fin de determinar si poseen los conocimientos básicos y necesarios para iniciar un nuevo aprendizaje.
Para conocer el progreso realizado por cada alumno y por el grupo, en relación con los objetivos de la enseñanza.
Para estimular y guiar el aprendizaje de los alumnos con el objeto de lograr un aumento de su rendimiento.
Para conocer y localizar las dificultades de los alumnos y servir de base para su diagnóstico, con vistas al planeamiento del tratamiento correctivo correspondiente.
Para conocer el progreso alcanzado por cada alumno y servir de base para un pronóstico de su futuro rendimiento. Para seleccionar a los alumnos con vistas a su promoción.
Para comparar el rendimiento de los estudiantes de su grupo con el de los alumnos de otros grupos. Para reexaminar los objetivos propuestos previamente y estimar en forma realista la posibilidad de alcanzarlos.
Para apreciar la eficacia de las técnicas de evaluación empleadas con vistas a una ulterior modificación o reajuste.
Para depurar sus juicios estimativos analizando las actitudes que han intervenido en su elaboración, con el fin de confeccionar una escala objetiva de evaluación.
Para fijar su nivel de aspiración en el fin de acción mas alto que le sea asequible.
2. La evaluación ayuda al estudiante.
Para conocer sus progresos en relación con los objetivos propuestos para el aprendizaje con el objeto de regular sus esfuerzos en consonancia con ellos.
Para conocer sus deficiencias y localizar sus dificultades con el fin de superarlas.
Para comparar su rendimiento con el de sus compañeros o con el rendimiento esperado por el profesor según una norma general.
Para conocer la magnitud de sus posibilidades con vistas a la elección de una ocupación futura.
Para regular la elaboración de juicios estimativos con vistas a la constitución de una escala personal de apreciación aplicable a sus propias conductas y a las de los demás.
Para fijar su nivel de aspiración en el fin de acción más alto que se encuentre al alcance de sus posibilidades.
Las variaciones en los significados de la evaluación se vinculan con la consideración de las funciones. Las direcciones que sigue el estudio de la evaluación muestran históricamente una ampliación en el reconocimiento de sus diversas funciones, tales como: De una función de comprobación de resultados al reconocimiento, además, de funciones de dirección del proceso de enseñanza y aprendizaje. De funciones puramente académicas al reconocimiento explícito de las diversas funciones sociales de la evaluación. De funciones de acreditación y certificación a funciones educativas, formativas y reguladoras de la actividad de los sujetos que intervienen en la situación educativa. Es obvio que la evaluación cumple y ha cumplido diversas funciones con independencia de su identificación y reconocimiento. Las funciones sociales de selección de individuos, por ejemplo, aparecen de forma descarnada a la luz del análisis histórico anteriormente referido y que permite ubicar el origen del examen como instrumento usado a tal fin fuera del contexto educativo, y en el ámbito de la universidad medieval, como medio para seleccionar y admitir a aquellos que formarían parte de las corporaciones de profesores. Vale reiterar que la génesis de esta función no responde a necesidades pedagógicas. Durante la primera mitad del siglo XX y hasta la década de los 60, la función declarada y esperada de la evaluación fue la de comprobar los resultados del aprendizaje, en correspondencia con un fundamento conductista de la enseñanza y el aprendizaje y de las propias demandas sociales sobre la educación. Ya se tratase –los resultados- en términos del rendimiento académico o del cumplimiento de los objetivos propuestos.
LA FUNCIÓN FORMATIVA DE LA EVALUACIÓN
La evaluación es un proceso que acompaña el aprendizaje, el conocimiento y una posibilidad de aprender del error donde las propuestas y los sistemas Institucionales de Evaluación no son manuales operativos de evaluación generales, estandarizados, válidos en todos los casos.
ResponderBorrarPerrenoud (2008), plantea: La evaluación formativa es una pieza fundamental en un dispositivo de pedagogía diferenciada. Aunque, las formas tradicionales de evaluación pierdan vitalidad, la evaluación formativa no dispensa a los docentes de poner notas o redactar apreciaciones, cuya función es la de informar a los padres o a la administración escolar sobre las adquisiciones de los alumnos y luego fundamentar las decisiones de selección u orientación.
Popham (2013) agrega:La evaluación formativa es un proceso planificado en el que la evidencia de la situación del alumno, obtenida a través de la evaluación, es utilizada bien por los profesores para ajustar sus procesos de enseñanza en curso, o bien por los alumnos para ajustar sus técnicas de aprendizaje habituales. La evaluación formativa es una herramienta potencialmente transformadora de la enseñanza que, si se ha entendido con claridad y se emplea adecuadamente, puede beneficiar tanto a profesores como alumnos
La evaluación formativa ocurre durante el proceso de aprendizaje, en el momento en que el estudiante realiza las actividades, el docente debe dar la oportunidad al estudiante de que explique con sus palabras su comprensión de los hechos y procesos históricos, después de comparar diversas fuentes, la a evaluación formativa es un proceso sistemático para obtener evidencia continua acerca de los aprendizajes, tiene como finalidad mejorar el aprendizaje y la autonomía en los estudiantes.
Muy importante este espacio de estudio y fortalecimiento, ya que nos permite mantenernos actualizados en este tema vital para el proceso de construcción de aprendizajes.
Gracias amigas.